Nanoburbujas; ahora se presenta como solución al lago de Tota, ponerle tanque de oxígeno
Recientemente ha aterrizado a la cuenca del lago de Tota y la región, la oferta de un sistema japonés de nanoburbujas que pretende "ser solución de última tecnología" a los problemas del lago de Tota, inyectándole micropartículas de oxígeno que ayuden a evitarle ahogamiento o muerte en sus columnas de agua impactadas (caso por ejemplo, de las columnas hídricas alrededor de los jaulones flotantes de trucha, en las cuales hubo reciente mortandad y por lo cual se adelanta la campaña "Trucha sí, pero no así"); pero manteniendo las fuentes de impacto.
Bien para evitarle muerte (mejor que el agua viva, por supuesto), pero pésimo pensarlo como alternativa de sostenibilidad o "solución" a los problemas. Serviría para recuperar la situación del lago dañado solo si se adopta para después de haberle quitado las fuentes de impacto; no para pretender esquemas de "el que peca y reza empata", o causar dolor para "solucionarlo" con analgésicos. Mejor dicho, bien para remediar el daño hecho, siempre que la fuente dañina cese; de lo contrario, por analogía es como seguir fumando a costa de dañar pulmones y "solucionarlo" con un tanque respiratorio permanente.
La única solución real es prevenir, evitar dolor e impactos, y obrar con responsabilidad frente a la vida, en este caso frente al algo de Tota; pero no el cuentico seguir ensuciando y pretender que la comunidad acepte la suciedad y el daño, ofreciendo escobas "de última tecnología" como solución.
Al parecer, se prefiere plantear la convivencia con la anoxia hídrica causada por los impactos asfixiantes (caso de los vertimientos provenientes de jaulones flotantes, o infiltraciones fertilizantes y químicos excesivos de malas prácticas agrícolas), proponiéndose como "solución" someter al lago a depender de cuidados intensivos (literalmente, ponerlo a depender de un tanque de micro-partículas de oxígeno, y de por vida, en los puntos de impacto), antes que remediar la fuente de su enfermedad.
No podríamos siquiera imaginar esa dantesca imagen de un lago como Tota, conectado a cables y mangueras para que pueda sobrevivir en algunos puntos, mientras paralelamente se sigue impactando de forma indolente y complaciente.
Si bien será preciso explorar con mayor detenimiento la alternativa que se comenta para una cabal comprensión de sus posibilidades y beneficios, de arranque la vemos como simple paliativo, siendo claro imaginarla y rechazarla como "solución" si pretende mantenerse inmisericorde la fuente de daño. A ese paso, no demoraremos en presentar como nuevas "soluciones" de "última tecnología" en equipos, tanques de respiración para peces... animales agarrados de un oxigenador para poder sobrevivir, ¡ay dios!
Lo propuesto con aquellas nanoburbujas y sus equipos para el lago de Tota, nos parecen simplemente soluciones en la etapa final del proceso ("end-of-pipeline" solutions): Se reducen los contaminantes después de su producción, en lugar de eliminarlos al principio. Bienvenido para descontaminar, no para cohonestar polución. En el lago de Tota necesitamos eliminarlos al principio, y no someternos a vivir contaminados para reducirlos después de producidos y quedar dependientes de esos métodos tecnológicos.
Aceptar "soluciones en la etapa final del proceso" como "la solución" a los problemas del lago de Tota, equivaldría a ineptitud e incapacidad de eliminar problemas al principio, aplicando el principio de la precaución apoyados en respaldo científico internacional, y equivaldría por igual a ineptitud en la autoridad desde todo punto de vista. Reflejaría evidente sub-desarrollo por ausencia de prevención efectiva, y claro ejemplo de sociedad fallida, incapaz de procurarse bienestar; que es contrario, al menos para nosotros, al tipo de sociedad que queremos y buscamos.
Con el mismo pensamiento resolutivo de aquellas nanoburbujas al agua para reducir contaminantes de malas prácticas agropecuarias, se podría pensar en "resolver" los problemas del aire en Sogamoso mediante "máscaras de oxígeno" de alta tecnología para sus habitantes que reducen la inhalación de contaminantes provenientes de malas prácticas artesanales e industriales... dejando que éstas sigan emitiendo el daño.
Y lo peor, someter al lago de Tota a depender de cables y mangueras se presenta como una panacea (que ya tiene hipnotizado a más de uno).
No descartamos el buen uso y buenos resultados de la tecnología citada para descontaminar lagos (mediante oxigenación), naturalmente no tenemos nada en contra de iniciativas descontaminantes y oxigenantes que estén probadas y no tengan efectos colaterales; pero, somos críticos y no lo concebimos ni podemos aceptar que se presente como alternativa "sostenible" manteniendo coexistencia con la contaminación. En nuestro parecer, las fuentes de contaminación al lago de Tota deben eliminarse primero y ante todo (y pueden erradicarse pues existenten métodos productivos no contaminantes, el llamado es simple: hagamos las cosas bien), y con ello sí, bienvenido todo aporte tecnológico en la recuperación ecosistémica.
- Hasta aquí nuestra opinión.
Compartimos un enlace de interés sobre el tema, titulado "Nanoburbujas; burbujas en el agua" (por: Javier Moreno, 10.11.2012), del cual hay referencia al uso en descontaminación de lagos.
También, ver aquí artículo en El Espectador (10.11.2012, por: Javier Moreno), que incluye mención a la aplicación de nanoburbujas en la descontaminación de lagos, mediante oxigenación, con magníficos resultados.
Bien para evitarle muerte (mejor que el agua viva, por supuesto), pero pésimo pensarlo como alternativa de sostenibilidad o "solución" a los problemas. Serviría para recuperar la situación del lago dañado solo si se adopta para después de haberle quitado las fuentes de impacto; no para pretender esquemas de "el que peca y reza empata", o causar dolor para "solucionarlo" con analgésicos. Mejor dicho, bien para remediar el daño hecho, siempre que la fuente dañina cese; de lo contrario, por analogía es como seguir fumando a costa de dañar pulmones y "solucionarlo" con un tanque respiratorio permanente.
La única solución real es prevenir, evitar dolor e impactos, y obrar con responsabilidad frente a la vida, en este caso frente al algo de Tota; pero no el cuentico seguir ensuciando y pretender que la comunidad acepte la suciedad y el daño, ofreciendo escobas "de última tecnología" como solución.
Imaginemos al lago de Tota, como cuerpo vivo que es, conectado en zonas de daño a cables y mangueras para respirar. |
No podríamos siquiera imaginar esa dantesca imagen de un lago como Tota, conectado a cables y mangueras para que pueda sobrevivir en algunos puntos, mientras paralelamente se sigue impactando de forma indolente y complaciente.
Si bien será preciso explorar con mayor detenimiento la alternativa que se comenta para una cabal comprensión de sus posibilidades y beneficios, de arranque la vemos como simple paliativo, siendo claro imaginarla y rechazarla como "solución" si pretende mantenerse inmisericorde la fuente de daño. A ese paso, no demoraremos en presentar como nuevas "soluciones" de "última tecnología" en equipos, tanques de respiración para peces... animales agarrados de un oxigenador para poder sobrevivir, ¡ay dios!
Lo propuesto con aquellas nanoburbujas y sus equipos para el lago de Tota, nos parecen simplemente soluciones en la etapa final del proceso ("end-of-pipeline" solutions): Se reducen los contaminantes después de su producción, en lugar de eliminarlos al principio. Bienvenido para descontaminar, no para cohonestar polución. En el lago de Tota necesitamos eliminarlos al principio, y no someternos a vivir contaminados para reducirlos después de producidos y quedar dependientes de esos métodos tecnológicos.
Aceptar "soluciones en la etapa final del proceso" como "la solución" a los problemas del lago de Tota, equivaldría a ineptitud e incapacidad de eliminar problemas al principio, aplicando el principio de la precaución apoyados en respaldo científico internacional, y equivaldría por igual a ineptitud en la autoridad desde todo punto de vista. Reflejaría evidente sub-desarrollo por ausencia de prevención efectiva, y claro ejemplo de sociedad fallida, incapaz de procurarse bienestar; que es contrario, al menos para nosotros, al tipo de sociedad que queremos y buscamos.
Con el mismo pensamiento resolutivo de aquellas nanoburbujas al agua para reducir contaminantes de malas prácticas agropecuarias, se podría pensar en "resolver" los problemas del aire en Sogamoso mediante "máscaras de oxígeno" de alta tecnología para sus habitantes que reducen la inhalación de contaminantes provenientes de malas prácticas artesanales e industriales... dejando que éstas sigan emitiendo el daño.
Y lo peor, someter al lago de Tota a depender de cables y mangueras se presenta como una panacea (que ya tiene hipnotizado a más de uno).
No descartamos el buen uso y buenos resultados de la tecnología citada para descontaminar lagos (mediante oxigenación), naturalmente no tenemos nada en contra de iniciativas descontaminantes y oxigenantes que estén probadas y no tengan efectos colaterales; pero, somos críticos y no lo concebimos ni podemos aceptar que se presente como alternativa "sostenible" manteniendo coexistencia con la contaminación. En nuestro parecer, las fuentes de contaminación al lago de Tota deben eliminarse primero y ante todo (y pueden erradicarse pues existenten métodos productivos no contaminantes, el llamado es simple: hagamos las cosas bien), y con ello sí, bienvenido todo aporte tecnológico en la recuperación ecosistémica.
- Hasta aquí nuestra opinión.
Compartimos un enlace de interés sobre el tema, titulado "Nanoburbujas; burbujas en el agua" (por: Javier Moreno, 10.11.2012), del cual hay referencia al uso en descontaminación de lagos.
También, ver aquí artículo en El Espectador (10.11.2012, por: Javier Moreno), que incluye mención a la aplicación de nanoburbujas en la descontaminación de lagos, mediante oxigenación, con magníficos resultados.
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