Primer - Reflexión hacia una visión colectiva

Ésta reflexión, inspirada en el trabajo de Asociación Semillas, Sonia Pérez y su equipo; con el Festival de Culturas Abya Yala.

Sucumben ti.

Ésta semana, y a raíz de nuestro pequeño co-aporte (bit.ly/festay-2013) para el 5to Festival de Culturas Abya Yala que organiza la Asociación Semillas a llevarse a cabo en Duitama (22 al 25 de Nov/13); ha llamado especialmente mi atención -y porque he visto casualmente varios anuncios de diversa naturaleza-, el hecho de muchos eventos anunciados como "Primer"... Primer encuentro xyz, Primer foro abc, Primer debate 123, etcétera; y la escasa presencia de emprendimientos de esa naturaleza que hayan superado de lejos el "primer" e incluso el "décimo", y se ubiquen por allá en el "vigésimo quinto", el "trigésimo noveno" o aún más allá.

No es muy distinto al emprendimiento empresarial, cuyos aniversarios de fundación uno percibe y escucha con frecuencia suelen ubicarse en el primer decenio, pero rara vez superan dos, tres o más décadas, y menos aún generaciones. Estos últimos los hay, claro que sí; pero son la excepción a la regla, y contrasta con ejercicios de otras culturas donde hay ejemplos varios que superan los 100 y 200 años de funcionamiento, y otros más en camino de lograrlo; cito como ejemplo cualquiera que llega ahora a mi mente, uno que conozco en persona: El Pub "Pelea de Gallos" (Ye Olde Fighting Cocks) en St Albans al norte de Londres, funcionando desde 1485 en su sede reconstruida (pero se estima fue originalmente construido en el año 795).

Lo cual me lleva a reflexionar que, posiblemente -solo una hipótesis-, tengamos culturalmente (no sabría si de manera general como país o incluso a niveles más amplios en el continente -aunque lo intuyo-, pero al menos sí como región) una extraña tendencia promedio inmediatista, no pocas veces oportunista, una corta visión de las cosas, unos sueños de poco aliento o escaso alcance, una débil capacidad por perseverar y superar obstáculos, un compromiso efímero con las cosas. Digo tendencia, pues naturalmente las excepciones las hay; solo que las percibo como cité antes, escasas. Y superar esa tendencia, es tremendo reto para todos nosotros.

Aquellos ejercicios de mayor aliento, como el ejemplo ya meritorio aquel del 5to Festival arriba mencionado (5 años perseverando en un programa cultural que involucra articulación y esfuerzo colectivos, son por supuesto significativos y dignos de reconocimiento); demuestran a su vez que hay algo, diferente y especial, en las personas o grupos que son capaces de superar el "primer"; que los hace convertirse en máquinas diseñadas para durar, y lograr un real cambio en las cosas. Ese algo, a mi juicio es un efecto que tiene por causa el genuino amor por lo que se hace (no se desatan las cosas que nacieron desde el corazón, dice con razón Sonia Pérez, de Asosemillas), y una formación distinta, capaz de superar la adversidad, tantas veces como se presente. También ha de haber algo mental, "anormal" (no por ello malo, por el contrario: ¡necesario!; simplemente fuera de la normalidad o lo promedio), capaz de crear conexiones diferentes y mantener el avance.

Partiendo de esa hipótesis, y procurando aterrizar en algún lugar; detecto espacios en los cuales debemos poner atención y trabajar más, para lograr miradas de largo plazo. Me refiero, por ejemplo, a la construcción colectiva de visiones de largo aliento, pactos sociales, capaces de conectarnos en un sueño compartido, que trascienda el corto-placismo al que nuestro sistema nos ha acostumbrado (planes de 3 o 4 años, gobiernos de 4 años, planes de ordenamiento a 10 años, etc, que al culminarse suelen regresar a un borrón y cuenta nueva de altísimo desgaste y perjuicio social) por el cual valga la pena vivir la "primer" y muchas más décadas de vida, por un común derrotero, a escala generacional.

Mi reflexión apunta, por tanto, a la iniciativa de generar visiones de comunidad, construidas y pactadas en comunidad, pero de largo plazo (25, 50, 100 años), visibles (mapas, maquetas, dibujos del sueño), por supuesto susceptibles de ajustes periódicos, y estrategias de corto y mediano plazo, pero que seamos capaces de sentarnos a soñar ese territorio ideal con el cual podamos dar pegamento a nuestras labores cotidianas, y construir emociones colectivas capaces de alcanzar ese común anhelo, superando el "primer" en cada cosa que hagamos... porque sepamos para dónde vamos, porque tengamos un "Plan de Vida" como las culturas ancestrales del Abya Yala lo supieron -pero hemos olvidado-. A esa visión me ha dado por llamarla "Sucumben ti", en memoria de un importante documento que despertó mi deseo a escribir lo presente.

Y es que a esas visiones colectivas de largo plazo, es a las cuales deben someterse gobiernos y planes cortoplacistas, y no al contrario; solo así creo que podemos en realidad construir un país mejor, a partir de ejercicios regionales de gobernanza, con comunidades empoderadas en una sólida visión de futuro.

No esperemos a nada especial para esto, simplemente podemos reunirnos y hacerlo. Es, y será siempre, nuestra voluntad cívica la que cuente y prime sobre todo lo demás.

Felipe Andrés Velasco
Director, Fundación Montecito
@FMontecito

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